jueves, 12 de octubre de 2017

Que puede aportar el Flamenco: Felicidad

Hoy quiero hablaros de lo importante que ha sido para mí el flamenco y, de paso, contestar a una pregunta que me han hecho en muchas ocasiones: ¿Qué puede aportarme el flamenco?  La respuesta no la tengo. A cada persona le aportará cosas diferentes.

Pero sí puedo aseguraros que lo más grande que tiene el flamenco es que cuando lo conoces, descubres una manera de sentir, de transmitir, de disfrutar, de sufrir y de amar que te atrapa y te apasiona.

No os podéis imaginar las veces que, a lo largo de mi vida, bailar flamenco me ha salvado del frío invernal más crudo. Ha sido mi mejor aliado para superar mis miedos, mis frustraciones y mis carencias emocionales más profundas. Cuando descubrí que una de las grande enseñanzas de este arte, nos llega a través de las energías del sol y la tierra, supe que había descubierto lo que buscaba.

Cuando expreso con la parte alta de mi cintura y hablan mis brazos y mis manos, siento que tengo alas capaces de levantar el vuelo hacia un mundo solidario y libre de perjuicios en el que todos conseguiremos vivir en paz y en libertad.

De cintura para abajo, siento como gracias a mis pies, mis cuerpo recibe la energía de la tierra. Ese perfecto y vigorosos instrumento de percusión que es el taconeo, me regala infinidad de sonidos musicales que, en muchas ocasiones, puede llegar a parecernos, a mí y a quien lo escucha,  música celestial. Como dijo Antonio Gades "El taconeo no es solo percusión, es la continuación de un sentimiento". Y al escribir esta frase me ha venido a la memoria otra de Federico Nietzsche que me encantó cuando la descubrí: "Sin la música, la vida sería un error"

Yo, con todo mi respeto, añadiría otra que dijera: Sin el flamenco, la vida sería mucho peor. 


Foto: Archivo personal de Carmen Caparrós. Actuación con Paca Pelegrín, Isabel y Alberto.



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